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jueves, 31 de octubre de 2013

Era el año 2001 cuando sentí el llamado del Señor para orar por las necesidades de otros, como mi Vocación Ministerial. 
Me hice más sensible al dolor del otro, y llevaba en oración las peticiones que amistades me pedían… fue así que decidí abrir una libreta donde anoté un lista de peticiones específicas, el nombre de la persona que me lo solicitó, la fecha y un recuadro al lado para chequear la respuesta que Dios daba a esa petición. 
Fue de mucho gozo el compartir mi cuaderno de peticiones a las amistades y ver que en los recuadros que dejaba libres para chequear, estaban todos llenos, indicando que DIOS respondió a esa necesidad…. Mis amistades veían claramente que Dios obraba maravillosamente a favor de esas personas.
Así decidí participar en un Grupo de Oración internacionalmente a través del Correo electrónico, donde nos juntamos con hora y día específico a ayunar y orar por la lista de personas que se recibía… y también nos alegramos por las respuestas concretas de Dios a esas peticiones.
Posteriormente acepté la invitación de participar junto a otras amistades en reunirnos cada cierto tiempo para tener día de Oración y Ayuno específicamente por situaciones que nos entregaban. Mi necesidad de compartir esto me llevó el año 2007 a integrarme al Grupo de Oración de una Iglesia amiga, la Segunda Iglesia Alianza Cristiana y Misionera de Punta Arenas, sin dejar mi primer llamado de Orar día tras día, de unirme internacionalmente como de reunirme con otros a tener el día de Oración y Ayuno, donde cada semana nos reunimos a orar y escuchar testimonios de las respuestas que Dios hace. 

Y actualmente, desde agosto del 2008 lidero el Ministerio de Oración en la Iglesia Metodista de Punta Arenas.
Debo agregar que no es fácil reunir a los hermanos para orar, pero sí tengo claro que donde hay dos o tres reunidos en su nombre, Dios está en medio y las respuestas son tremendas y se siente el mover del Espíritu Santo.

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